De mis labios y de mis manos nacieron bellas palabras alimentadas por la dulzura de tu corazón, me emborrachaste de sentimientos, me abrazaste de pasión, acariciaste mi alma, reinventaste el amor. Contigo aprendí el idioma de las miradas, la importancia de los gestos, el poder de las palabras, contigo aprendí que los ojos también abrazan y que embrujan, que las manos también besan o que existe la compañía aunque te acompañe la soledad, contigo aprendí a caminar por la vida con la mirada perdida pero dejando que el rumbo lo marque mi corazón, amor mío, contigo aprendí que las manos hablan o que un aroma empapa de ilusión y de sueños, aprendí que una lágrima no siempre es de pena o que la pena no siempre se expresa con una lágrima, contigo agredí que una pasión sin medida sabe mejor cuando se mezcla con amor, contigo aprendí y en silencio sigo aprendiendo. Amor mío, te enamoraste de mí pero gran parte de ese enamoramiento es por lo que aprendí de ti, te quiero, y cuando no estás siempre te extraño, podrá pasar un día, un mes, un año pero ante tu ausencia siempre tu presencia. Amor mío, no quiero ahogarte en letras, quiero gestos, quiero caricias, quiero besos, abrazos, compartir mi sueños compartir los tuyos y hacerlos nuestros. A veces las cosas se complican, pero si el corazón grita y el alma no calla nuestro amor siempre será eterno, por eso y la mejor arma para vencer todo lo malo es y será siempre nuestro Amor.