FELINA

UNICORNIO DE CRISTAL

Yo quiero que tú escuches

tan siquiera un lamento,

de ésos que llevo por dentro,

los que carcomen mi pecho.

¡Ah! si tú quisieras palpar

el sentimiento que llevo prendido,

por el amor prohibido

que nos juramos a la orilla del mar.

Si tú tan sólo pudieras escuchar

la música celestial...

la música que enamora,

la que viene de la aurora...

la que cantan los serafines

con acordes de violines.

Otra sería mi suerte;

enfrentaría la muerte,

cabalgaría en la luna

en unicornio de cristal.

¡Si tú tan sólo

me quisieras escuchar!

Secaría las lágrimas

las que corren por mi faz.

Al sauce llorón que es mi sombra,

le pediría no llorar más

y en sus ramas que el viento azota,

campanas de paz, colgar...

para cuando llegue la brisa

escucharlas repicar.

Todos los sinsabores,

penas y sufrimientos,

el río los lleve lejos

y no regresen jamás.

¡Ah, si tú tan sólo

me quisieras escuchar!

Zarparía en un velero

y te iría a buscar...

para decirte te quiero

y no te puedo olvidar.

¡Ah, si tú tan sólo

me quisieras escuchar!

Felina