Tus caricias mi cuerpo refrenan
Como embalse, el agua salvaje.
Tus caricias diluyen mi piel
Disfrazándola de ajado papel..
Tus palabras sanaban mi alma
Como arrullo, el llanto de un niño.
Tus palabras dormían mis miedos
Como bálsamo cremoso al oído.
Tus promesas desatan pasiones
Como vino que corre en las venas,
Como fábulas griegas lejanas
Son promesas que anuncian quimeras.
Ya no creo en caricias, promesas, palabras.
Ya no espero ni arrullos, ni vino ni aguas.
Son enredos, argucias, falacias
Que trocean y me ahogan el alma.
Ya ha quedado esfumado tu encanto;
El disfraz al fin lo has perdido,
Brindaré por que lejos te vayas
Y me dejes saciada de olvido.