Azrael desde su altar misterioso
no le afectan nuestros quejas
es cerrado ante nuestras condenas,
a ella se la llevó con su sol
que alumbraba sin candela,
quedó el lecho incompleto
sin el espacio esencial que era sólo de ella,
únicamente dejó el cristal de su dulce belleza
entre mi espacio desolado y sin destino,
su estrella no se extinguió
quedó comunicada con la raíz de mi esencia.