Vocal que te balanceas
siendo onomatopeya,
en la soledad de un soplo
falto de las consonantes.
Y el corazón me dicta necesario
ante la hermosura ilusionada
del vergel, ¡ahora, sólo estampa!
a repasar todo el abecedario,
a mostrar aquel lenguaje camuflado
donde se halla la vanal tentación,
la promiscua superficialidad,
que resquebraja el suelo
y borra la pisada del valor honesto,
conminando al cordero,
sea lobo y vaya hacia la trampa.
318-omu G.S.