ARTURO ANDRES
La emoción no cabía en pecho
Impaciente esperé tu llegada
Mi más hermoso sueño se hacía presente
Te sentía en mi vientre.
Algo muy bueno, debí haber hecho
Para que Dios me obsequiara tu presencia
Que llegaras a mi vida de esperas
E iluminaras mi vulnerable existencia.
Pasaron las horas, los días, los meses
Cada día crecía un amor más intenso
Inexplicable ni con las más hermosas palabras
Desbordaba mi pequeño mundo.
Llego el gran día, me invadía miles de sensaciones
Te adueñabas de los más puros sentimientos
De cada segundo, de cada respiro
De cada pálpito de mi corazón.
Por primera vez vi tus ojos llenos de vida
Tus pequeñas manos, tu pequeño cuerpo
Con movimientos sutiles
Necesitando mi amor y protección.
Yo necesitando de ti, más que a mi propia vida.
Sentí miedo, no sabía cómo ser madre
Nadie me lo había enseñado
No había un manual con descripción
Más que sabía es la naturaleza.
Por intuición atendí tus necesidades
Con amor a descifrar tú llanto
Con ternura el suave contacto de tu piel
Nacimos para ser madres.
Eres el centro de mi universo
Tu sonrisa mi alegría
Tu felicidad la mía
Nada es difícil si estas a mi lado.
Por ti vivo, por ti moriría.
Hacer de ti un hombre de bien
Mi mayor reto, mi gran anhelo
Con la ayuda de nuestro salvador
Podre seguir ese camino.
Para el más grande amor de mi vida…
Para ti hijo mío, te AMO con el alma.
ARTURO ANDRES
CESARINA PAIXAo
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