Hace años que vengo a visitarte
y siento que hoy en día, ya no es lo mismo
algo ha cambiado en todo esto
y creo que yo con ello,
ya no siento tu presencia y mis ganas de sentirte,
y tu recuerdo se desvanece…
He conocido personas
que me dan nuevas esperanzas,
lamento admitirlo,
pero es menos frecuente
el entusiasmo por venir a verte;
a tu encuentro, en monologo divago
y lloro entonces sin que te des cuenta,
todo es frío y silencioso
cuando miro en tu dirección;
algo en mi, todavía se resigna a perderte,
por que me acostumbre a ti,
a tu forma de amar y a tu forma de ser…
En teoría, tu vida y la mía
se han desconectado
por el abismo de la ausencia…
y creía que para poder vivir
necesitaba tener tu presencia;
pero la vida es un misterio
al igual que la muerte,
por eso he deseado morirme
hace ya vario tiempo;
pero cobardemente me arrepiento
confundido en un dilema de amor.
La vida nos arrastró a uno y otro
al encuentro inesperado,
…nos sedujo
y encantados aceptamos el reto del amor,
ese tiempo pasado fue la historia mas hermosa,
nos llenamos de emoción y vivimos con pasión;
ahora no queda si no el recuerdo…
Y hoy,
he decidido que tal vez
éstas sean las ultimas flores,
que te traiga,
con la esperanza perdida de tu ausencia.
Ya no volveré como cada domingo, a buscarte,
haré mi vida por a parte…sin ti;
no será igual, lo sé;
pero por lo menos no tendré que sentarme
en la hierba salpicada por mi llanto,
tragándome tu recuerdo con el dolor de mi amor,
mientras me castigo sin razón
como cada semana,
frente a una lápida
que lleva tu nombre grabado,
como en mi corazón.
Nathair