RICARDO ALVAREZ

a ANA BALDOMIR



¡ Amiga mia. Bella Doncella!
Fraseando melodías de Aires Palomar te evoco.
Los ojos de la noche te han mirado
y en susurro, al oído, me han contado,
que aun en sueños evocas cantos.
Un poco de estrella, algo de remanso hay en ti,
Cuando pareces roble en tu corteza
y solo es ropaje de intimo y cálido dialogo.
¡ He visto mas altas que tu llamarse reinas ¡
Mas cuando te yergues en estatura,
tu ombligo rebasa mis ojos, y
mis manos no trepan al roce de tu frente.
¿ Que magia escondes ¿
Al estrecho de tu abrazo,
el ascua ardiente de tu alma
se pega como el verdor en las rocas.
Se inmola el silencio a tu presencia, las palabras callan.
Los espacios se pronuncian, los oídos de adentro te escuchan.
Las piruetas de tus manos embriagan.
El gesto de tus ojos infunde suspiros,
el mar se azula con tu voz
y la copa de vides se derrama en tu espalda.
¿ Donde esta la frontera del dolor que calla ¿
Él limite del placer lo he mirado,
de tanto placer se acerca al dolor.
Si tus ojos te miraran por dentro,
verían el latir que tu risa dispara.
La vida te ofrece batallas y
la adversidad te entrega la guerra.
¡ Las mas altas son reinas, que parecen damiselas harapientas ¡
Al conocerte solo eras Ana,
amante esposa de un gentil amigo.
Ahora reconozco tus pasos cuando andan
y cuando tus labios pronuncian ¡ Amigo ¡
no es solo una palabra.
¡ Es un titulo que me engalana ¡

 

                          para vos , anin, amiga y cantante excepcional.