Ahora es la muerte mi tonada,
que espera en mi camino,
mi llegada oh amiga cuan dulce es tu mirada,
que muchos miran con horror tu llegada,
sin saber que solo eres parte de esa transición,
que espera al final de la línea marcada,
que no extenderás tus brazos sobre esa línea señalada,
que importante eres que no entienden mi tonada,
que del día que llegues con gusto extenderé mis brazos,
ya que me ofreces un nuevo despertar, una nueva etapa,
para el alma viajera que espera el regreso a la nada o el todo,
depende de que punto el ser mortal lo vea, nos ofreces,
ese viaje infinito sin tiempo, ni espacio y lugar.
De viajar por lugares que ni la imaginación conoce, de distantes y recónditos lugares.
cruzando los umbrales sin odio y dolor, por que temer a tu esencia que solo,
al cambio nos llevas a la evolución del alma, que nos guías,
Por horizontes lejanos pal cuerpo pero no para el alma,
viajera del tiempo, cuando llegue el momento quisiera no saberlo,
y vivir mi vida como si fuera el ultimo dia de existencia,
amando, queriendo y escribiendo en todo momento,
segmentos de mi memoria y dejar plasmado, un bello pensamiento, a la posteridad,
como epitafio que aqui yace quien en los renglones de la vida,
supo escribir con su esencia y aceptar la muerte cuando viniera.
Cuando llegues estaré sin maletas ni abrigos solo mi alma acuestas,
y el recuerdo de mis seres queridos que algún día los volveré a mirar,
en este inmenso camino de eternidad.
autor: Adolfo Casas C