Franklin Sandi

Le habló el silencio y los velos se rasgaron

Habló la noche tejados que meditaban

habló el agua en la piel de los cristales

hablaron pasos colgados en el tumbado

hablaron los muebles antiguos

sus crujido de tiempo

habló la mano pesada del invierno.

 

Hablaron con los ojos, con los poros

con las yemas las presencias del aire

hablaron al unísono las siluetas del tiempo

y los rostros rayaron los espejos.

 

En el punto más profundo de su pozo

al principio con brisas

con ventarrones después y con tormentas

alguien más habló y habló.

 

Finalmente habló el silencio desde adentro

y todos los velos se rasgaron

los mundos rodaron con sus piedras

y sus átomos de alegrías y de penas

y ya nadie más le dijo nada

nunca.