Mario. Menudito morenito, vos finita
compañero de mil aventuras en la infancia.
Siempre astuto, siempre hábil con las manos
y una tristeza infinita guardada en los silencios.
Mario, vamos al manglar a coger mejillones
a coger leña para que la abuelita nos regale una moneda.
O a coger camarones cuando suba la marea.
Vamos a jugar a las bolichas haciendo
Una culebrita en la tierra y hagamos bailar el trompo…
Yo…nunca pude…nunca pude.
Deja tranquilo a ese toro para que no te persiga
y entres corriendo a la casa, a esconderte tras la puerta
y que mi papá no te rete, diciéndote “Negro al agua.”
Eran bromas, lo sabías, mi viejito te quería.
El sol nos hacía más negros y la Sole te decía:
“Mira negro este, no andes descalzo en la calle,
Que vas a quedar chiquito, flaco y más negrote”
y tú le respondías. “Ay la blanca , rubia ojo azul….. un montruo” y salíamos corriendo persiguiendo pajarillos
o persiguiendo la vida, llena de tus fantasías.
Y por favor negro malo, no me asustes con arañas
Cuando duerma en mis recuerdos
y papá Llegue asustado y te diga preocupado
“por lo menos tráele agua , para que se le quite el susto”.
Y eso era comprensible, querías que empiece el juego,
querías las aventuras sobre el fango y los manglares
Tan niño y eras un nadador excelente…malo…..
A nadar no me enseñaste.
La vida nos fue cambiando y te fuiste
donde te llevo la suerte.
Hoy “Radio Zaracay” y tú eres esa radio.
De esa voz pequeñita, emergió una voz hermosa
que dice cosas hermosas.
Mario León, mi primo , mi recuerdo más remoto de amistad,
mi compañero de juegos
mi maestro de las cosas más lindas
que yo aprendí en la infancia.
Artesano de mil juegos
Golondrina de alto vuelo.
Pececillo del manglar
Ruiseñor de las montañas.