Andrés Mª

CON LOS BRAZOS ABIERTOS

Mi árbol se estremece

y se abraza a los vientos,

desnudo de sus hojas

-vestidos del pasado-.

Con los brazos abiertos,

de yemas coronados,

se abraza a la esperanza

de arrugas esculpida,

labor que con paciencia

ha labrado en su tronco.

Y sueña con los sueños

de lagos escondidos,

de ríos más profundos,

 de estanques más floridos,

con nenúfares de cielo,

que adornen la nostalgia.

Y se aplaude sin manos

con sus ramas desnudas,

que acarician la brisa.

Sólo espera el momento

de que en la noche azul

una estrella fugaz

le regalará un beso,

que guardará en su copa,

donde duerme sus sueños.