Diego Somoza

Eterno enamorado


Soy tu tonto enamorado
ése que no ha aceptado tu rechazo,
porque le controla un corazón necio,
casi enfermo.

Siempre planeando la mejor forma de vernos,
me ves disimulando mi dicha cuando llegas
y ahogando un abrazo eterno cuando te marchas
procurando ser frío, inteligente
para no arruinar lo mucho que aún podemos amarnos.
Te dedico mis noches y mis mañanas
seguro te lo imaginas,
ya me buscarás mas adelante
cuando recuerdes mis labios,
por ahora nadie puede culparme
si quiero tenerte otra vez en mi regazo.

Este corazón necio se ha hecho un juramento:
si no llegas de nuevo a mis brazos,
no será por cobarde
será porque tu amor no supo mirarme.

¡Y es que estás ciega!
¡Lo digo con furia!
¡Con el alma fiera!
con la necedad carente de paciencia
y con el corazón llorando tu ceguera.

Pero ya aprenderás
con los años y los desengaños
a recuperar la vista,
y me amarás.

Tienes suerte de que mi corazón sea necio,
de que todavía no me sienta derrotado
de que seas un capricho mío
de que sea yo, tu eterno enamorado.