No debemos subestimar la importancia de un buen saludo
Aprendí que debe hacerse cuantas veces sea necesario e incluso más de una vez a la misma persona cuando se requiera.
Éste marca la pauta para una conversación intensa y duradera si es posible, quizá uno bueno hasta haga sonreir a unos cuantos.
Al igual que la despedida debe ser ameno
Muchas veces es la impresión que se deja; tranquilos no pretendo insinuar que lo más importante sea causar alguna impresión en las personas, sólo que de vez en cuando hay que hacer de buen samaritano e intentar alegrar el día de alguien más.
A veces con un beso, un abrazo o un fuerte estrechón de manos, hay que recordarlo y como antes dicho fue, nunca subestimarlo.