El viento ceso en su soplido
Las palmeras ya no festejan
El mar se ha detenido
El reclamo del aire es ahora recuerdo
Dejó de soplar lo que antes era eterno
No hay calor, no hay frió, el pasto no tiene rocío
No hay, tacto ni gusto
Solo un denso grumo impío
Con la sangre solo hay débiles latidos de un suspiro
Y con cada gota indolente…
Un hueco amor mió