Tengo miedo de escribirte…
Por que no se que pudiera guardarme
Tengo miedo ya de hablarte…
No se que pudiera callarme…
Cuantas cosas que me inspiras
En tu trato y en tu hablar
Esas que siempre reflejas
En tu modo de mirar
Como somos los humanos que buscamos y no buscamos
Ese sendero de arrollo por donde yo encontré tu mano
Esas lapidas de piedra donde estaban ya mis años
Y esas muertes silenciosas, de mis sueños olvidados
Somos entes que caminan sin un rumbo o un destino
Somos piedras ya sin vida, por el trato del amor
Somos caminos corridos por los pies de aquel dolor
Somos esperanza muerta de los hombres con rencor
Estas manos ya marchitas de esperar un solo rose
Esta mente que divaga, y sus pensamientos desconoce
Esta vida tan gastada, bajo llagas remolada
Estos ojos tan resecos, que nunca vieron un anhelo
Saltemos juntos a las aguas
De aquel mar tan desolado
De esta tierra de inmolados
De este mundo tan ahogado…
Dale vida tu a estas manos, termina con su amargura
Dale a estos ojos luz y pon fin a esta locura
Se tu el Ángel de mi mente
Se tu el ente que me acerque,
que me limpie y pueda guiarme,
Al que ame y pueda amarle…
Alrac Ocir