AGUA DULCE
(24 de julio de 2009 )
Tú eres río y yo la orilla que besa tu caudal,
desde las montañas bajas sin parar
corro tras de ti, sin poderte alcanzar.
Tu voz carameliza mi paisaje al pasar,
y mi mirada entre los herbazales va a espiar
el ondular de tu lecho al serpentear
entre mis quebradas sedientas de amar.
Quiero nadarte, entrar en tus aguas dulces,
ser resplandor lunar que platee tu mansedumbre,
ser la piedra que empujes al pasar y beberte
que tu torrente me arrastre entre nieves
ser pez y respirarte
la sirena que te habite y embelesarte,
entregarme en tu corriente y que me inundes.
Te alejas, te ensanchas, te duermes
con los sauces y te volatilizas, otra vez.
Deja que tu verdeante cristalinidad me descubra
que el reflejo de tus amaneceres
pincele mi silueta con piel de agua dulce.
Seré el mar donde desemboquen tus labios
dibujando un croquis de suspiros
así serás el río que nunca muere...
y yo te contemplaré como fuego que me enciende.