Cuando mi alma estaba oscurecida
como esas tardes grises cuando se
oculta el sol, llegaste tú a mi vida
haciéndome cambiar y de la oscuridad,
salió un gran resplandor
Tú fuiste para mí semejante a un
retoño, el cual sale en el árbol
que se empieza a secar y que al
salirle hojas vuelve y se reverdece
y asi volvió mi vida contigo a retoñar.
Contigo nació en mi una nueva
esperanza, y pude ver llegar un
nuevo amanecer y de esas nubes
grises que en mi alma moraban, sentí
que se apartaban y cambiaban mi ser.
De ese hastío inclemente que a mi
vida embargaba, sentí que de sus
garras me empezaba a librar y como
humo en espiral de mi se fue apartando
y tú hiciste mi cielo volverse a iluminar.