A la luz de la luna, con el mar
en calma como aquel
vagabundo que en asechas se
encuentra, me diste el primer
beso; ese que no se olvida no
obstante todo muera.
En tus labios de miel me
entregaste tus miedos la noche
en que la luna, sonriente, nos
miraba y el mar se quedo
quieto respetando el encuentro
cuan linda sinfonía para tu
primer beso.
Aún guardan mis labios el sabor
de tu beso que fue más
suculento que todos los cerezos
del jardín del edén: el ladrón de
mis sueños, de mi aliento, de mi
vida y de mi corazón.
Ronden, versos, mi entorno hoy
quiero hacer canciones que se
escuchen tan alto que el cielo se
emocione y comience a llover la
miel del primer beso.
PABEDIZ…