Tu voz me roba el aliento,
mis labios guardan silencio
dejándome llevar de mis pensamientos
en los que descubro
el contorno de tu cuerpo…
Tu aroma me embriaga
e invita a mis sueños
mecerse sobre olas
en el vaivén del deseo,
bajo un haz de luna,
entre sombras,
tú, la presa
yo, cazadora
estremecidos en el encuentro
de tu alma
y mi cuerpo.