Evitando al verdugo de la evocación
me escondo detrás de las sombras,
los apetitos rebotan en mi piel,
nostalgia que amarga
y la piedra de la soledad me desangra,
mis ojos de agua te buscan
y se tropiezan
con el espejo apagado del ayer,
soy una utopía
mi alma ya dejó de ser,
cierro los ojos
y vuelvo a divagar.
¿Olvidaré?