Hablo al viento sabanero,
al que le cuentos mi historia,
que con pulso certero,
sabe escuchar mis plegarias.
La brisa de madrugada,
hace que te sienta mía,
y entre el viento y la brisa,
cantan una tonada.
Tonada que eres tú,
porque te siento a mi lado,
tu rico calor sentí
mujer, mi bien amado.
La brisa me trae tu aroma,
fresca y con ternura,
tu eres mi dulce amada
de mi amor tu eres la dueña.
De tus besos siento el estallido,
que me das cada mañana,
que con su hermoso chasquido,
me despierta de madrugada.
Por: Manuel Palacios.