SE nos SECAN las LÁGRIMAS de FRÍO en el ROSTRO:
Agonizando lentamente el sentimiento herido, proveniente del corazón cautivo, reflejado tenuemente por el alma en pena, a través de la sensible mirada en ojos tristes que no quisieran mas llorar, pero en tiempos de desamor, prevalecen los eternos espacios de ausencia, vividos sobre la fría humedad que guarda siempre una almohada por confidente y que nunca seca, por la soledad aprendida de cada uno en su rincón de preferencia, para sufrir y sufrir en amargo silencio...,
Muriendo a veces por dolor cohibido, algunas ganas del ayer reprimidas que aún persisten de vivir un último momento de caricias negadas en la piel desnuda, por un detalle sincero que reviva por coincidencia, sorprendiéndonos de frente, notando nuestra olvidada presencia al despertar, con un beso y una flor, que logremos sostener un instante sentido, por esas mismas manos hariscas, pudiendo acotar juntos lo que fuimos en un principio, con lo que somos ahora, sin amor...,
Bebiendo de la misma copa rota, de la tozudez por ignorancia, que nos corta profundamente sin piedad por misericordia los resecos labios que igualmente mordemos por no pronunciar los nombres, ya carentes del sabor por aquellos queridos besos, confundiéndose la copiosa sangre que emana con el vino tinto del destino, pero el vino a beber en esta historia por vida de perros será agrio, brindando quizás al recordar alguna gloria obtenida durante tantos años, pero a la final, aunque lo neguemos hoy, siempre será nuestro vino.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 02042011 06:45 PM.