Has perdido el tiempo, observándome perderlo
escribiendo para nadie. Me has visto
contradecirme; con tu imperturbable paciencia.
Te he visto hacerte forense, hurgando
en mi cuadernillo, y ahí estaban todas mis amantes,
excepto tú; la que espera su momento.
Manipulas los contextos a favor de tus celos,
lo he visto en tu mirada; sin embargo callas.
Por eso sigues siendo niña. Difieres la primicia
cuando quiero más que besos con un
¨otro día será, mi amor¨.
Y yo que quizás de ti aprendí a fingir paciencia,
te regalo un ¨no hay problema¨ y vuelta a
perder el tiempo en narrativas acerca de nada.
Nos mantiene la esperanza: A mí, de ser el primero; a ti,
de ser la musa en un verso que pueda alcanzar la fama.