Te sigo buscando,
voy contemplando,
me he caído un día,
y lo levantado,
fue la magia del ser.
Ha sido mucho tiempo ya,
de espera, confusiones,
de tristezas, desengaños,
desencantos y penas.
Ahora, sigilosamente, te busco,
no quiero que esta búsqueda sea ansiosa,
si más bien, oyente,
sin obligar a encontrarte,
sin forzar los lazos,
aunque las ganas insaciables de encontrarte
van afirmadas en mí.
(Derechos reservados©2009)