De luces multicolores,
se viste la primavera,
como la feria en Sevilla,
caballistas con sombrero
com un clavel en la solapa,
deslumbran al mundo entero.
Ese trago de buen vino,
que a los amigos y vecinos,
hacen olvidar rencores,
y entre trago y trago brilla,
la hermosa gente que hay,
en la feria de Sevilla.
Trajes lleno de lunares,
se ciñen en las cinturas
con multitud de colores
volantes de puro raso
que giran con la soltura
con la que mueven sus brazos.
Derroche de simpatía,
es lo que tiene esta feria,
y hasta la gente mas seria,
con un alegre cantar,
tocan las palmas entre risas,
por las calles del real.
Para terminar la fiesta,
los fuegos artificiales,
castillos de puro fuego
llenos de color y luz ,
que solo se podría dar,
en este pueblo andaluz.
Ángel Reyes