Que no derramen ni una lágrima sus ojos
Ni siquiera por simular el movimiento del mar al correr
O que decidan ser como la lluvia que bajase en su rostro
Y yo ser como el viento, así no las veo caer…
Que se detengan esos ríos de tristeza aún sin fondo;
Que sus aguas son las mismas que rodaron como ayer
Y si no evito que sus lágrimas caigan de sus ojos
Entonces seré como ellas, y caeré sólo caeré.