Franklin Sandi

Ruedan naranjas

 

 

Una batalla abierta entre lo gris y tu sombra

mueve las líneas fijas

de los mapas ya trazados:

eres tú, amor, que todo lo desbarata.

 

De pronto ruedan naranjas

sorpresa abajo

y desparraman su aliento las que están quietas:

soy yo que al anochecer diluyo tus fantasías.

 

Ilusiones redondas salen de los sombreros

y pasan como veleros blancos

cargados de amapolas:

somos los dos armando locuras nuevas.

 

Queda lo gris desparramando tardes

y tu sombra, sola, ilumina vidrieras.

Desde lejos miro cómo miras:

cuando revuelvas el alba pintará los espejismos

con la luz de tus ojos.

 

Y así, de nuevo.