Tendré que esperar a que regreses
que te enteres
que se te pase el dolor
el enojo
los corajes
esas ganas de llorar
sobre todo eso
que olvides tantas cosas
ese daño que nos hizo el habernos disgustado
para regresar felices
continuar amándonos
queriéndonos
entregándonos amor
esperaré a tu regreso
a tus ojos y tus besos
y a esas noches de pasión
tendré también que conformarme
con soñarte a la distancia con mis brazos vacios
con mi lecho tan frio
con mis días sin sol
caminaré silente
distante
taciturno
ahogando el llanto
con manos temblorosas
con los ojos cansados
el aliento en un hombro y la esperanza agotada
arrastrando sus pasos
sus nostalgias
por no saber más de ti.
© Armando Cano.