Te debo estos garabatos,
intentos de papel para sentirme menos solo.
Te debo la existencia
la sangre viva
y esa bruta belleza que colmó mis ojos de fragancias.
Te debo la constancia,
el tránsito tan corto
de esos sueños dulcísimos
que expresan mis máximas sonrisas.
Así tuviera yo que andar nocturno
sé bien que vos serías mi estrella.
¿Sabes?
creo que faltan adjetivos
y están sobrandomé ganas de amarte.