***El Regreso de Cupido***
Yo como un dulce desabrido,
como un eterno forajido,
quien me iba a decir que
el cielo se iba a acordar de mí.
Porque diezmo a su corte
y te envió justo aquí,
en esta parte olvidada
del mundo…
Donde nadie cultiva flores
pero estas se abren paso
entre el concreto…
Mis días eran todos iguales,
de rutina y monotonía,
pero a pesar del tiempo
nunca me acostumbre.
Siempre he tenido mayores
aspiraciones pero es difícil
encontrar el camino que nos
conduce a ellas.
Y más aun cuando te venden
tantas alternativas desechables
en las tiendas…
Pero basto tu luz…
Basto tu presencia…
Para que sin clemencia,
las sombras se apartaran de mí.
Por eso sospecho que eres un ángel,
por eso estoy seguro que de tu mano
he conocido la gloria.
Ya Cupido desde hace tiempo
se había olvidado de mí,
ya que ante la dureza de mi pecho
sus flechas se doblaban.
Pero él sabe esperar…
Es su mayor virtud la de perseverar
y justo hoy me vino a encontrar,
con el corazón blandito
y el alma dispuesta para amar.
Oxwell L’bu