A veces se llora solamente
porque se tienen ojos,
como se escribe
cuando se tienen hojas.
Fuegos abrazan los aciertos
de los domingos inciertos
de sábado súbito
de una semana con paz.
A veces son veces,
a veces: mierda,
a veces grito al aire
y de pronto despierta.
A veces ya no escribo,
a veces ya no hablo,
a veces me desarmo, sólo
porque a veces tu me armas.