destilo un sollozo
cautivo del letargo nacional
urde la mente recovecos
bursátiles y bolsa de empleos
sin aguinaldo que atenúen
la necesidad por consumir
cruzo a través del matadero
la metrópolis diaria abre fauces
para engullir todo futuro
y rumiar el propósito
de la existencia
ocurre hasta las seis de cada tarde
cuando los conscientes padecemos
ante un nuevo oscurecer yermo
en que algún insomne
y fétido tren nos devuelve a los barrios
donde ya somos forasteros.