Cada uno saca de su corazón
aquello que tiene
y esta verdad da la razón
a Cristo que sus palabras contienen
enseñanzas que del mal nos previenen
Dios envía maestros
para guiar a las gentes
les da habilidad, los hace diestros
y con su ejemplo son convincentes
y elocuentemente concluyentes
el antiguo y nuevo testamento
el Coran y otros textos
en la verdad toman fundamento
que la religión no es el pretexto
para ensalzarse y salirse de su contexto
como base este preludio
y con exacta medida
desarrollare en el interludio
la mísera codicia desmedida
de los miserables de vida corrompida
os diré en primer lugar
que el amor no es fornicar
pero al repudiar y juzgar
sin piedad, se odia al predicar
y odiando el amor ha de abdicar
en segundo lugar os hablare
del mísero pordiosero
que engaña por placer
ya que por envidia es usurero
y la maldad es su consejero
esta tercera conclusión
es para la cobardía
que a la comodidad presta atención
y aliándose con la hipocresía
siempre justifica su falta de osadía
altanería, cobardía y usura
ciegan sutilmente
conduciendo a la locura
de la conjetura que estupidamente
justifica lo miserable, miserablemente
la valentía sin compasión
es en realidad pedantería
y la osada determinación
se ausenta de la cobardía
y con la verdadera justicia se alía
del alma sus enemigos
son los sentidos desbocados
la frustración es el castigo
que trae la ira que te deja alterado
y alborotado la inteligencia te ha abandonado
ganar o perder
es propio de la vida
es su natural acontecer
y entristecerse o alegrarse sin medida
nos aleja de la paz deseada y querida