Armando G.

Fidel, el diablo

Hoy cincuenta años después
mi país vive en la miseria,
fracase como gobernante, como estadista,
solo soy un anciano vacilante
escudado en los temores
de tantos años de represión.
 
Saben porque aún no he muerto,
con Dios al cielo no puedo ir
 por los pecados cometidos,
el diablo teme que en el infierno
le instale mi fracasado comunismo.
 
Cuando muera, cuando ya no este,
qué dirán de mi los que antes reprimí,
seré un triste ejempló de fracaso como gobernante,
que por generaciones reprimió
convirtiéndose en el dictador que mas años gobernó.
  
No podre decir como el apóstol Martí,
“El dia que yo muera,
sin patria pero sin amo,
quiero en mi tumba un ramo de flores
y una bandera.
 
No quiero tumba, ni mausoleo,
quiero quemen mi cuerpo,
no deseo ver la cola que hacen
para cagarse en el sitio
donde descansen mis restos.
 
En Wikepedia dirán de mi,
gobernante fracasado,
fue el mayor dictador
que por América ha pasado.  
 
Arraso con el país
más bello que ojos humanos vieron,
dejándolo de tan pobre, 
casi igualado con Haití.
 
Dos millones de emigrantes,
mas de cien mil muertos,
otros miles en prisión,
fue su triste legado
en más de cincuenta años de revolución