La muerte constante por tus manos
Cada ocasión ha sido más dolorosa
Viéndote escapar hacia los hados
Te alejas de mi, espectral mariposa
A mi clamor nunca has contestado
Mi sufrimiento te ha sido irrelevante
Pero cuando de mi te he desterrado
En mi hombro vuelves a posarte
En un minuto me llevas al cielo
Entre tus aleteos deslumbrantes
Que en mi corazón crean enredo
Soy tu títere por cortos instantes
Repentino silencio se va posando
Sobre las ilusiones que me has proveído
MI tiempo contigo se va acabando
Y me vas dejando, relegado al olvido
Marcando estelas en mi memoria
Por muchos inviernos se han de quedar
Cuantas veces repetirás la historia
Cuantas veces te volverás a alejar
De qué sirven los fugaces momentos
En que mis labios encuentran los tuyos
Si cada ocasión son más los desiertos
Que quedan, tras tu infernal murmullo
Obstinada, te rehúsas a desatarme
Sabes que eternamente seré tu siervo
De que te sirve volver a enterrarme
Si retornas a exhumar mi cuerpo
Sabes que siempre esperaré a tus alas
Mis ojos, por ellas, tan expectantes
Las fehacientes muestras de que tu alma
Escapa siempre de quien intenta amarte
Plantas la semilla del sentimiento
Y con caricias la mantienes henchida
Aguardando el momento perfecto
Para presentársela a la agonía
Inerte, espero por tus apariciones
Por aquel fantasmagórico momento
En el que tornen a mí las emociones
Para volver a vivir nuestro memento
Años de espera por un solo instante
En el que mi corazón vuelve a latir
Marcando otra herida en mi semblante
Antes de observar tú cruento partir
Adicto me he vuelto a tu veneno
Al resplandor que tiene tu mirar
Por eso aguanto el dolor eterno,
La ausencia de la mariposa espectral.
Andrés Ruiz H.