La luna tiene tenue brillo
sobre la ribera del duero,
por donde cantan los grillos
entre jaras y romero,
chopos y fresnos al borde del camino,
entre el puente nuevo
y el puente viejo,
arboledas y cesped en estio
que deleitan esas tardes de abril,
entre rosales y lilos,
susurra el padre rio
para hacerte dormir,
y tu descanso vigilan
las golondrinas de allí,
y mientras duermes, yo dialogo con la luna,
para calmar las ansias,
de esa dulce locura
que es tenerte junto a mi