Cuando el cielo ennegrecía
y nos anunciaba la lluvia
la muchachada corría
y hacía el agua suya.
Tiempos que ya pasaron
tiempos que ya se fueron,
muchachos que se bañaron
en aquellos aguaceros.
Al oler los vientos de agua
con relámpagos y truenos,
salíamos en manadas
a bañarnos bajo el cielo.
La memoria me remonta
y recordarlo yo insisto
pues bañarse bajo esas gotas,
nos hacía el mundo distinto.
Esos recuerdos guardados
compartirlos ahora quiero
aguaceritos de mayo,
aguaceros de mi pueblo.
Bajo aquellas gotas frías
que por la piel resbalaban,
iba llenando de energía
a los niños jugaban.
La lluvia se deshacía en gotas
que interminablemente caían
y los niños jugaban a la pelota
saltando entre charcos de alegría.
Cuando la lluvia cesaba
cada uno a su casa iba
a guarecerse en su cama
al calor de su familia.
Aguaceros de mi pueblo
diversión de tantos años,
hoy me mojaste el recuerdo
y bajo mis versos me baño.
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