Horacio Páramo

Te deseo y estás prohibida

Duele verte con un hombre

que no tome café en tu cama.

Mas en cambio,
a mí se me antoja aquel café,

pero antes del café
quisiera pedir una conversación,
y por mi ansiedad exigir caricias
y tu cabello amarrado en mis manos.

También pido silencio
para que los besos hablen
con el sonido de su chocar y mover.

¡Oh amor no mío!,
te deseo y estás prohibida.

Ya deseo tomarme el café
en tu cama.

La cama donde le daremos
comprensión al poema:
\\\"Informe sobre caricias\\\"
de Mario Benedetti
y caeremos acostados en su poema:
\\\"Una mujer desnuda y en lo oscuro\\\".