Hace tan poco había sobre su esqueleto
Sangre caliente corriendo por su cuerpo,
Pero somos transitorios en el tren de la vida,
Con boleto de ida pero sin retornos
Ni itinerarios ni tampoco esperas.
Hace tan poco respiraba ilusiones
Y pareciera verla contemplándola
En el trajín mundano de cada día,
Me imagino verla dormir y pensar es verdad
Y verla entre la cocina y el zaguán
Irrumpiendo en su pregonar bullicios de alegría,
Y me pareciera verla andar jugueteando
Entre nietos y niños de la vecindad,
Que tan pronto se nos va la vida
Con los rostros pintados a veces
Faltos de cicatrices,
Parece mentira que algunos tengamos
Marcados la vida a medio andar,
Sin aviso para empacar ni avisos de despidos
Se nos rompe la rutina antes de encorvar
La espalda.
Me pareciera verte abuela aguando las plantas
Y oírte cantado por las tardes de verano
Diluyendo la espera licuando los años
En el regazo de lo inesperado,
Sí, me parece verte recostada
Dormitando entre el cajón incandescente,
Apenas turbada por con su pecho apenas
Izando victorias.
Y si de repente en ocasiones
Algún recuerdo me trae alguna lágrima
Y crea de inmediato escucharte que me llamas,
Y en ese vacío que no se termina de llenarse
Acostumbrarme a vivir
Cuando apenas empieza mi vida
Su andar por este mundo.