Buscaremos quizá en algún lamento,
Encontraremos en alguna gota de sudor
Estas ahí tú valiente poeta soñador…
Mis letras hoy grises, en tu nombre son de oro como tu poesía.
El cuerpo te deja, las letras tuyas aun quedan…
No estas en mis sueños pues en mi corazón aun estas como antes,
Maestro de poemas, me enseñaste algunos versos…
Me corregiste muchas estrofas, y por ella siento tu existir en mis letras.
Héroe de poemas hoy eres…
El portal, espera esa estrofa tallada de tu misma mano,
Espera esas palabras que golpean el espejo cada mañana,
Mis letras no alcanzan para medir tu nombre,
Mis letras son pocas para tu alta calidad poética.
Amigo, compañero, poeta de Poemas del Alma,
Un consejero de la virtud tuya…
Alguien desde lejos piensa en ti, créeme por favor,
El honor mío, ha muerto pues ya no puedes leer este escrito.
No te puedo reclamar nada, ya no estas hoy aquí,
Te querré pues escribiré por ti…
Gracias Gonzalo, sabes que no miento…
Esto es lo que siento, y así escribo por ti…