Me duele recordar como me los quitaron
sin poder defenderse apagaron sus vidas,
ya no siento rencor, simplemente impotencia...
y no hay un sólo día que olvide sus partidas.
Me gustaría borrar de mi vida la tristeza
que me ha cambiado la sonrisa por dolor,
ella se fue llevando en las hojas del calendario
parte de la alegría que había en mi corazón.
Trataré de sonreír aunque mi corazón sigue triste
para así hacer feliz a los tesoros que me quedan,
aunque mi Alma esté rota, y sangrando por la pena,
la vida sigue en mí, ¡Aún sabiendo que no existen!
Con esperanza e ilusión espero el nuevo año
para que me devuelva la sonrisa y la alegría,
porque aunque no los tenga los amo y los extraño,
¡y sé qué donde estén... ellos serán mi guía!
María B Núñez