Déjame ser tu poema,
tu poema preferido.
Con la tinta de mis venas
te escribiré –sangre y río-
las palabras más bonitas
que jamás hayas oído.
Vocales y consonantes
se unirán en un delirio,
formando verso tras verso,
lo más bello, lo más íntimo,
que despierten en tus labios
besos de amor y suspiros.
Déjame ser tu poema,
tu poema preferido
y guárdame en las hojas
de esa vida que es tu libro,
para marcar la lectura,
que va indicando el camino
de tu presente, en estrofas,
con metáforas y ritmo.
Déjame ser tu poema…
sólo un poema distinto,
sin tus sueños, sin recuerdos…
sólo… “un estar conmigo”,
abrazada entre mis letras,
encunada como un niño,
con la pasión de mujer
que reservas como un río…
Déjame ser tu poema…
Soy sólo yo… soy yo mismo.