La vida es un soplido
sí, si; es cierto,
muchos lo han descubierto
y otros lo han repetido…
Es solo un soplo que ha venido
a darle olor a nuestra carne,
un soplo que cuando se ha ido
no nos da tiempo a interrogarle,
pues, es débil como un silbido
que nuestra vidas mitiga …
Es maldad que lo maldigas,
que te humilles y le ruegues
para que contigo se quede.
Es inútil, pues no tiene oídos,
y cuando lo tiene decidido
nos quita el templo carnal;
y nos lleva en vuelo triunfal
rumbo a lo desconocido;
pues la vida es un soplido,
que se apaga para el funeral.