A mi cama le faltaba tu cuerpo y a mi tu
piel. Necesitaba hacer el amor contigo y
tú no estabas en mi cama. Mi aliento
quería susurra tu nombre con inmensa
pación pero de tanta espera y tanto
desear me dormí pensando en ti. De
pronto aparecí en medio de un campo a
mitad de noche y a lo lejos te pude ver,
cuando me acerque a ti estabas
acomodando pétalos y de flores que
formaban nuestros nombres. Al terminar
nuestros nombres, me empezaste a
besar y apoco poco quitarme la ropa
hasta caer solo nuestros cuerpos encima
de los pétalos. El silencio era inmenso
no pronunciabas nada, solo yo gemía de
felicidad; solos tu y yo en medio de un
campo en mitad de noche las estrellas
eran testiguas de esta prohibida pación
que no conocía limites en aquel instante.
Sentir tu aliento por todo mi cuerpo fue
una experiencia que me excito por
completo y me hacías desear más. Se
fueron esfumando los pétalos, la ropa,
tú, las estrellas y yo también; porque el
sueño llego a su fin ya era hora de
despertar aun en contra de mi voluntad
porque yo quería tenerte toda la noche.
Al despertar estaba empapada en sudor
y recordé que en mi sueño yo te hice el
amor.
ESCRITORA: TU POETA ROMANTICA