Hoy, supe de ti,
me llamaste tímidamente
como sabiendo que en mi ya no encontrarías
a la mujer que te quiso tanto.
Con perfil vago preguntaste
si deseaba hablar contigo,
te dije que hoy no podía ser
pero no te dije cuando.
Y me quedé muy tranquila
sin esa habitual angustia
que me acosaba
cuando no podía alcanzarte con palabras.
Luego insististe, pero te di razones
que mansamente aceptaste.
Te dije entonces, vives en mi mente
pero no te dije que mueres en mis sentimientos.
Conversamos de todo menos de cariño
y ya nunca más te dije que te amo.
Quedó muy grande esa expresión entonces
Que no pude decirla, mi alma muda estaba.
Me pediste que te regale una caricia
te dije que hoy no podía ser,
pero no te dije que nunca más te la daría.
Hoy te vi ,tan pequeño y tan ajeno a mis sentimientos
Hoy te vi, con cierta indiferencia
Hoy, no te pude dar nada, pues para ti, nada tenía.