Ni en el firmamento
ni en la tierra
ya no existo,
sólo soy ausencia que deambula
pasto que vegeta,
han asolado mis días
las tristezas y la melancolía,
ocaso, destierro
no hay piedad,
asoman por las aristas de mi alma
un fluido deprimido
que no permite sanen mis heridas
y hacen fiesta de mi dolor
las evocaciones,
y me abato
en el vacío de mi gris vida,