(a B.C.)
Has escrito en nombre del amor,
en honor a la incesante alegría,
haciendo a un lado el triste dolor
que con firmeza ocultas por el día.
Hermosa y dulce sonrisa que oculta
a los ojos vanos de quien rodea,
una pena que entre sueños sepulta,
huellas en la arena que borra la marea.
Fueron bellos los vividos momentos,
en su tiempo perfecta utopía
de amor sin imaginar tormentos.
No hay dolor que dure cien años,
ni alegría que no encuentre su fin,
comprendí, de lágrimas echo paño...
Carlos R. Barrera