la negra rodriguez

ELLA Y ÉL

ELLA Y ÉL

Ella quedó triste rumiando sus penas

él,  le dejo sus huellas y en ellas  su vida.

Ella quedó sola, tan niña, tan tierna.

él, marcho sombrío, llorando en secreto

por ella, la niña, de ojos vivaces de mirada intensa.

Nadie supo nunca de ese amor tan pleno,

 que al separarse se volvió, dos tristes recuerdos,

dos nostalgias dos lamentos lanzados al viento.

Ella quedó mustia, cual pájaro triste

bebiendo amarguras de la fuente en llanto

de aquellos momentos.

Se quedó callada gritando silencios

se quedó sombría con luz de recuerdos.

Él vivió la ausencia, mirando a lo lejos

posando en las playas calientes su pena

pensando en los labios que un día se unieron

 en besos tan puros de  amor prImigenio

Mirando la luna en noches serenas

mandando mensajes   con  hilos de plata:

“Ay amor, si contemplas esta luna hermosa

Sabrás que te quiero, sabrás que te pienso

Sabrás que de ti yo nunca me olvido”.

Pasaron los años, se añejó la pena

Como fino vino y no llegó el olvido

Vidas paralelas tejieron los años

Pero  del amor sabio nunca se perdieron.

Se vieron unas cuantas veces

¿palabras? Nunca se dijeron

Un abrazo, fuerte muy fuerte se dieron

 Y con él un pacto de amor eterno hicieron.