Cómo hemos de sufrir intransigencias,
estados monótonos, semi-cálidos,
hasta que llegue...
Hasta que llegue aquel, entre lunas y soles,
que respire sus palabras al alma.
Hasta enfriar las pasiones y las razones
para poder jugar entre destellos de miradas;
autómatico, simple y hermoso.
Natural.
Viviré en esta era por siempre esperando la Vida,
noctámbulo de la vida corta y pasajera.
Si cotidiano es relativo,
serán aves del océano, mis damas penas.
Solo espero asombrarme.